ArtículoComentario

El conflicto en una creación en technicolor (Ricardo)

EL CONFLICTO EN UNA CREACIÓN EN TECHNICOLOR  (Ricardo)

El mundo es variopinto, diverso y multiforme, heterogeneidad a la que ni siquiera el ser humano escapa pese a compartir un mismo origen y una única dignidad que tiene por principio nuestra filiación divina; así, podríamos destacar que entre los hombres existen diferencias étnicas, culturales, religiosas, políticas y, por supuesto, de pensamiento.

En esta especie de crisol al que este mundo se asemeja, donde todas las diferencias parecieran fundirse en una especie de gran puchero, en verdad, es muy poco lo que se funde y mucho más lo que se resiste a alearse. A pesar de esta innegable realidad terrena, fácilmente cada uno de nosotros podríamos dar crudo testimonio de lo reacios que somos a contemplarnos y aceptarnos diferentes, preferiríamos haber sido creados bajo un mismo molde de modo que al mirarnos unos frente a los otros fuese cual si estuviéramos frente a un espejo, haciendo que tolerancia y empatía no fueran necesarios y la caridad con el prójimo más liviana y llevadera.

Ni hay que olvidar que, en este caso también, la realidad supera la ficción, porque un mundo así de homogéneo no existe y, en consecuencia, un amor al hermano así de light, tampoco. De hecho, una de las situaciones más comunes que ilustran muy bien la resistencia a asumir nuestras diferencias humanas, se produce cuando contemplando la confrontación de ideas o pareceres divergentes a cargo de dos o más personas, de inmediato sentimos como dentro de nosotros se enciende una luz roja que nos advierte de una amenaza o peligro que debe ser evitado a toda costa, bajo la convicción interna de que necesariamente conducirá a la enemistad, la violencia o la división, sin dejar pasar la idea, inspirada en un equivocado enfoque “cristiano”, de que el conflicto necesariamente tiene al demonio como inspirador y lleva la rúbrica de su larga cola.

Lo afirmado podría conducirnos  a pensar que, entre cristianos no debieran ser posibles las discrepancias, en las cuestiones temporales y menos aún en las espirituales, así como que la utopía de relaciones humanas armónicamente perfectas es realizable, cuando no lo es.

Desde que somos criaturas imperfectas habitantes de comunidades humanas inacabadas, y, cuando por otro lado, se afirma que precisamente las diferencias de prácticas, enfoques y carismas constituyen la riqueza de la Iglesia.

El evangelio mismo nos da algunos ejemplos de que aún los apóstoles no siempre manifestaban una voluntad de la mano con el querer de Jesús, sino que a veces tenían un pensamiento opuesto al de Él, casos en que la manifestación de estos diferentes pareceres no se daba en un contexto de violencia; y, si bien prevalecía finalmente la voluntad de Cristo, esta se imponía mansamente y por convicción.

“Los discípulos se enojaron y dijeron: ¡Qué desperdicio! Ese perfume pudo haberse vendido, y con el dinero hubiéramos ayudado a muchos pobres”. Consciente de ello, Jesús les dijo: ¿Por qué molestan a esta mujer? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre”(Mateo 26:6-13) “Al ver esto, sus discípulos Santiago y Juan dijeron: ‘Señor, ¿quieres que mandemos que caiga fuego del cielo, como hizo Elías, para que los destruya?’. Pero Jesús se volvió y los reprendió. Y les dijo: «Ustedes no saben de qué espíritu son. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a quitarle la vida a nadie, sino a salvársela”. (Lucas 9: 55-56) Como nos podemos dar cuenta, las diferencias, pueden generar conflictos, pero, el conflicto en sí mismo, no puede calificarse de bueno o malo, simplemente existe y es connatural a la convivencia humana y, por lo tanto, es inevitable en un mundo de diferencias; lo que sí es posible evitar es una mala o negativa gestión del conflicto y generar una buena y positiva gestión del mismo.

La percepción negativa del conflicto que prevalece entre nosotros, surge precisamente de nuestras experiencias vivenciales de conflictos mal gestionados que, por eso, han desembocado en desavenencias agresivas, violencia de todo tipo, resquebrajamiento de relaciones humanas y una cadena de efectos colaterales que han afectado de diverso modo y con mayor o menor gravedad nuestras vidas, amargas experiencias que evocamos cuando nos enfrentamos a nuevas situaciones conflictivas sin saber transformarlas en experiencias positivas.

Sería bueno preguntarse si la comprensión, capacidad de diálogo, tolerancia y empatía tendrían que conducirnos necesariamente a respetar todo tipo de ideas y posiciones en aras de una buena gestión del conflicto, opción que solemos expresar en la consabida frase: “respeto tu idea, pero no la comparto”.

En el contexto del universo de materias opinables siempre será posible mostrar respeto por ideas o posiciones respecto a las cuales tengamos un diferente punto de vista. Pero frente a lo que no es opinable, hablemos, por ejemplo, de ideas deliberadamente contrarias a una verdad de fe; o, abiertamente opuestas a una realidad incontrovertible como sería, por ejemplo, negar la condición de vida humana de un embrión a fin de justificar el aborto, está claro que no es posible exigir respeto a tales ideas, sin que su negación nos tenga que llevar a excesos con afectación de la caridad cristiana o de la pacífica convivencia social.

Por último, no está demás señalar, que siempre serán necesarios un corazón y mente abierta, además de un gran sentido común – y si añadimos un sincero espíritu cristiano cuan mejor- para generar una positiva gestión de los conflictos que conduzca a su transformación con resultados cualitativos para la vida, en una deseada sociedad cristiana, pacífica y reconciliada, de modo tal que no pueda decirse de nosotros los creyentes lo que ya decía desde hace muchos años atrás aquel vetusto bolero:

“Si vieras que terrible resultan las gentes demasiado buenas como no comprenden, parece que perdonan pero en el fondo siempre, siempre nos condenan”.

 

¿Cuál es tu reacción?

Excelente, muy pertinente!
5
Buenísimo!
4
Adoré!
0
Creo que falta un poco de mayor claridad !
0
No me gustó mucho
0

You may also like

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Next Article:

0 %